Las nuevas tecnologías juegan un papel primordial en la alimentación. Estas, cada vez más, están siendo fundamentales para la creación de alimentos y bebidas saludables que se adaptan a la demanda de los consumidores.
Películas biodegradables: Estas protecciones ofrecen una barrera entre los alimentos y el entorno que los rodea con el objetivo de protegerlos contra efectos no deseados como la contaminación o los microorganismos. Este tipo de películas son capaces de descomponerse, lo que las hace completamente respetuosas con el medio ambiente.
Recubrimientos comestibles: Estos revestimientos se aplican a numerosos productos para su mejor conservación. Dicha barrera los protege de la humedad o el oxígeno para que, de esta manera, perduren más en nuestra nevera o despensa. Además, pueden incorporar aromas, colorantes o ingredientes funcionales para hacerlos más sabrosos.
Alta presión: Las altas presiones se usan con otras técnicas para lograr la desinfección y conservación de alimentos con un procesado mínimo que no afecta al contenido nutricional. La combinación de las altas presiones con otro tratamiento térmico permite que la temperatura aplicada sea menor.
Envases inteligentes: Una serie de sensores proporcionan información sobre el estado de un alimento o sobre las condiciones en las que se ha almacenado y que están vinculadas a ciertas características de seguridad.
Corte por ultrasonidos: La aplicación de ultrasonidos mejora la calidad de la superficie del corte en el alimento. A diferencia de otras máquinas de corte, los ultrasonidos pueden cortar materiales blandos, producen bajos niveles de calor y una mínima distorsión.
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