Los marineros de la Edad Moderna ya lo sospechaban: tomaban col fermentada para aliviar el escorbuto. Fueron los primeros en intuir lo beneficiosa que podía ser ingerir fruta y verdura, algo que no se confirmó hasta el otoño de 1932, cuando médico húngaro Albert Szent-Györgyi hizo por casualidad el mayor hallazgo de su vida, la vitamina C.
La vitamina C, enantiómero L del ácido ascórbico, es esencial para el ser humano. En la antigüedad se intuía que comer fruta y verdura era beneficioso para la salud, pero dicha suposición no encontró su base científica hasta que Szent-Györgyi no evitó comerse los pimientos que su mujer había preparado para cenar guardándoselos en el bolsillo.
Toda receta de un descubrimiento suele estar aliñada con algo de fortuna. De este modo el médico húngaro halló en los pimientos escondidos en su bolsillo gran cantidad de ácido ascórbico. Fue así como, tal y como reconoció años después el propio Szent-Györgyi, “la cobardía de un marido se convirtió en un descubrimiento científico de importancia”.
Una vez se conocieron sus propiedades medicinales, la exportación de pimientos, un producto típico del sur de Hungría, se disparó al mismo tiempo que Szent-Görygi luchaba por demostrar haber sido el primero en descubrir sus cualidades. El estadounidense Charles Glen King también había alcanzado el hallazgo en una investigación paralela, pero el comité del Premio Nobel reconoció la primacía del húngaro y le otorgó en 1937 el premio de Medicina.
Odiado por Hitler
Ya con el Premio Nobel luciendo en su vitrina, Albert Szent-Györgyi tomó mano en la Segunda Guerra Mundial y participó en negociaciones secretas para romper la alianza entre Hungría y la Alemania nazi. Las autoridades alemanas emitieron una orden de arresto contra el médico húngaro, algo de lo que siempre se mostró orgulloso durante su refugio en la Embajada sueca.
Hasta su muerte, que se produjo el 22 de octubre de 1986 en Woods Hole (Estados Unidos), Szent-Györgyi se dedicó a la investigación sobre el cáncer. Más de 30 años después cada 22 de octubre el ‘doogle’ de Google le rinde un homenaje adornándose con algunas de las frutas con mayor contenido en vitamina C. Hoy conocemos sus propiedades, y todo gracias a un marido cobarde incapaz de decirle a su mujer que no le gustaba el pimiento.
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